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El café y el microbioma intestinal: una alianza para la salud metabólica.

El café, una bebida consumida mundialmente, puede influir en la salud intestinal, la inflamación o los procesos metabólicos, contribuyendo potencialmente a reducir los riesgos de enfermedades crónicas como las enfermedades cardiovasculares. Pero, ¿qué papel juega en la interacción con nuestro microbioma intestinal? Un estudio reciente publicado en la revista Nature microbiology revela cómo el consumo de café afecta la presencia de Lawsonibacter asaccharolyticus, una bacteria intestinal, y cómo esto se asocia con cambios en ciertos metabolitos en la sangre, abriendo una nueva ventana hacia la comprensión de cómo los alimentos influyen en nuestra salud a través del microbioma. El principal objetivo del estudio fue explorar la conexión entre el consumo de café, el microbioma intestinal (en particular, la bacteria L. asaccharolyticus) y los metabolitos presentes en el plasma. Se buscó entender cómo el café influye en las comunidades microbianas y los procesos metabólicos en humanos.

Para llevar a cabo el análisis, los investigadores utilizaron datos de más de 22,000 participantes de Estados Unidos y Reino Unido, integrados con datos públicos de 211 cohortes adicionales, sumando un total de 54,198 muestras. A través de herramientas de metagenómica y metabolómica, se examinó la relación entre los niveles de consumo de café (nunca, moderado y alto) y la abundancia de L. asaccharolyticus, además de analizar los metabolitos plasmáticos asociados.

Los participantes fueron categorizados según su consumo de café:

  • Nunca: hasta 20 g de café al día o menos de 3 tazas al mes.
  • Moderado: hasta 3 tazas al día.
  • Alto: más de 3 tazas al día.

Adicionalmente, se realizaron experimentos in vitro para evaluar el impacto directo del café sobre el crecimiento de L. asaccharolyticus.

Relación con Lawsonibacter asaccharolyticus:

  • Se encontró que la abundancia de L. asaccharolyticus era significativamente mayor en consumidores de café en comparación con no consumidores. La prevalencia de esta bacteria aumentó de un 87.8 % en personas que nunca consumen café, a un 95.6 % en consumidores moderados y hasta un 97.7 % en consumidores altos.
  • Experimentos in vitro confirmaron que el café, independientemente de si contenía cafeína o no, estimulaba el crecimiento de esta bacteria.

Metabolitos asociados al café

  • Se identificaron varios metabolitos en el plasma que estaban aumentados entre los consumidores de café. Los más destacados fueron el ácido quínico, la trigonelina y la cafeína.
  • La abundancia de L. asaccharolyticus se correlacionó positivamente con estos metabolitos, sugiriendo que esta bacteria podría estar involucrada en la transformación de compuestos del café en metabolitos bioactivos.

Este estudio ofrece una visión de cómo un alimento cotidiano como el café puede modular nuestro microbioma intestinal y, en consecuencia, influir en nuestra salud metabólica. La estrecha relación entre el consumo de café y la bacteria L. asaccharolyticus sugiere que los beneficios del café podrían estar parcialmente mediados por interacciones microbianas.

La investigación plantea nuevas preguntas sobre el impacto de alimentos específicos en la salud humana a través del microbioma. Explorar estas conexiones podría conducir a recomendaciones dietéticas más personalizadas y efectivas en el futuro.

Recomendaciones dietéticas: el consumo moderado de café (hasta tres tazas al día), de preferencia solo o con un mínimo de leche sin azúcar, puede ser una opción saludable para la mayoría de las personas. Sin embargo, consulta a tu nutriólogo en caso de presentar alguna enfermedad gastrointestinal.

Referencias:
Manghi, P., Bhosle, A., Wang, K. et al. Coffee consumption is associated with intestinal Lawsonibacter asaccharolyticus abundance and prevalence across multiple cohorts. Nat Microbiol 9, 3120–3134 (2024). https://doi.org/10.1038/s41564-024-01858-9.

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