Diversos estudios poblacionales han asociado al sobrepeso y la obesidad, como factor de riesgo para padecer hipertensión, sin embargo, revisiones recientes han encontrado cierta inconsistencia con los datos, debido a que en estos estudios se realiza una sola medición de la presión arterial de los sujetos, o la utilización de un solo marcador antropométrico, como índice masa corporal (IMC), para medir la adiposidad.
La distribución de la grasa corporal se puede dividir en grasa subcutánea y grasa visceral, siendo la grasa visceral la que se encuentra predominantemente en la región del abdomen y rodeando órganos, y la que está mayormente asociado a riesgo cardiovascular.
Un estudio reciente, llevado a cabo por investigadores de la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés), llevado a cabo en Texas, USA, en el que se incluyeron 2595 sujetos de diversos grupos étnicos, hombres y mujeres en edad adulta, tenía como objetivo principal investigar la asociación de la distribución de grasa corporal (visceral o subcutáneo) y la variación en los niveles de la presión arterial. Para esto, a los participantes se les realizaron tres mediciones de presión arterial en un periodo de cinco meses, y se determinó su IMC, masa grasa visceral (por medio de resonancia magnética), y subcutánea (por DEXA).
Con los datos obtenidos durante la realización de la investigación, se concluyó que la distribución de grasa visceral era un factor que influía en los niveles de presión arterial sanguínea, debido a que, el exceso de grasa visceral se asoció fuertemente con niveles elevados de presión arterial, teniendo poca variación en las tres mediciones, mientras que, en los sujetos con menor cantidad de grasa visceral, los niveles de presión sanguínea se encontraban disminuidos, y de igual manera, no se encontró variación significativa en las tres mediciones. Sin embargo, aún hacen falta más estudios que determinen si una modificación en la distribución de la grasa corporal, pueden ser utilizados para mejorar el diagnóstico de la hipertensión arterial.
La evaluación de la distribución de la grasa corporal de manera periódica, debe de formar parte de la evaluación nutricional constante, debido a que es un factor de riesgo importante para desarrollar diversas enfermedades metabólicas y cardiovasculares, no solo en personas con sobrepeso u obesidad, sino también en personas delgadas.
Referencia:
Yano Y, Vongpatanasin W, Ayers C, Turer A, Chandra A, Carnethon MR, Greenland P, de Lemos JA, Neeland IJ. (2016). Regional Fat Distribution and Blood Pressure Level and Variability: The Dallas Heart Study. Hypertension. 68 (3):576-583.
LN. Jacob Jonatan Cruz Sánchez kobtodd@gmail.com