Ciencia a tu mesa

Día Mundial de la Alimentación, 16 de octubre #WFD2016

El clima está cambiando, la alimentación y la agricultura también.

El derecho a la alimentación es un derecho humano básico. De los más de 7000 millones de personas en todo el mundo, cerca de 800 millones de personas sufren de hambre. Esto es 1 de cada 9 personas viven con hambre.
Es así como en un mundo globalizado, algunos países no producen suficientes alimentos para abastecer las necesidades básicas de alimentación, que trae consecuencias graves como la desnutrición. Casi 5 millones de niños menores de 5 años mueren por causas relacionadas con la desnutrición.
Por otro lado, el mundo produce alimentos suficientes para alimentar a cada persona en el planeta. Sin embargo, aproximadamente 1/3 de los alimentos producidos en el mundo para el consumo humano cada año se pierde o desperdicia.
En términos de producción de alimentos y capacidad de adquirirlos, los países se dividen en tres grupos: los que tienen la capacidad agrícola para ser autosuficientes en la producción de alimentos, los que no son autosuficientes en producción pero tienen otros recursos que permiten importar suministro alimentario, o los que no son autosuficientes en la producción ni tienen la capacidad de importar otros recursos.
Es por eso, que es necesario un sistema coordinado de incremento de la producción agrícola, mejor distribución de alimentos y el manejo de los recursos, así como promover la productividad y la utilización sustentable de recursos.
Esto debe guiarnos a trabajar con responsabilidad social y desarrollo sustentable donde el principal objetivo sea erradicar la pobreza, reducir la desigualdad y hacer que el crecimiento sea inclusivo y que la producción y consumo sea sustentable.

Hasta hoy, gracias a la ciencia y la tecnología, ha sido posible la producción y conservación de los alimentos según la demanda de la población. Sin embargo, esta producción no es a nivel mundial. Existe un desbalance entre producción – población, siendo solo en algunos países o zonas de éstos, donde se producen la mayoría de los alimentos.
Por otro lado, el uso indiscriminado de la tecnología ha conducido a algunas consecuencias negativas para los ecosistemas. En este sentido, la sobreproducción de alimentos que llega solo a ciertas personas, y el ataque a los ecosistemas, está afectando a poblaciones que a pesar de su cercanía con el medio ambiente y formas de producción de alimento de manera “familiar”, no pueden realizarlo y crea un mayor desbalance de desigualdad social. La sobreproducción de alimentos y su impacto en la naturaleza, lleva a una diferencia radical entre la población de países desarrollados y aquellos en vías de desarrollo.

La producción y el consumo de alimentos no solo son vitales para la vida, sino también para el desarrollo de una sociedad. En este sentido podemos preguntarnos: ¿Cómo se producen los alimentos? La cadena de producción pasa por diferentes etapas que impactan de alguna forma a la sociedad, ¿cómo podemos producir estos alimentos de manera sustentable?
La población mundial no deja de crecer y el desarrollo es fundamental para cubrir sus necesidades. ¿Pueden convivir el desarrollo y el cuidado del ambiente?

La alimentación sustentable es un concepto que requiere integración entre producción y consumo. Es por eso que deben de considerarse todos los aspectos que forman parte de las diferentes etapas de la cadena de producción de alimentos.

En este sentido, es importante educar en los hábitos de producción y consumo, para que los que no tienen, tengan alimentación adecuada y suficiente.
Los hábitos de alimentación pueden cambiar para adecuar dietas a las producciones locales, a la tradición e identidad alimentaria y hacia lo que el mundo puede producir.
Solo el compromiso colectivo podrá garantizar que todos podamos acceder a una alimentación sana y sustentable.
Próximamente estaremos publicando sobre algunos alimentos mexicanos y sus propiedades nutricionales!

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