La presión arterial se define como la fuerza ejercida por la sangre contra los vasos sanguíneos. La presión arterial elevada (130/80 mmHg, según la AHA) es un factor de riesgo de enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular y daño renal, importantes causas de mortalidad en México.
Diferentes factores pueden modificar la tensión arterial, entre los cuales destacan el estrés, el ejercicio físico, la altitud donde se vive, el sueño, incluso la postura en la que se encuentra el cuerpo. Sin embargo, unos de los principales desencadenantes del desarrollo de hipertensión arterial (HTA) es el factor alimentario, más específicamente, alimentos provenientes de industrias alimentarias denominados “alimentos chatarra”.
La gran demanda en el consumo de estos alimentos por parte de la población puede deberse, en parte, al contenido de sodio, que a su vez potencializa los sabores. Así, reducir el consumo de sodio, es una de las principales recomendaciones que se incluyen en las guías para el tratamiento y prevención de la hipertensión. Tal es el caso de las pautas propuestas por la Secretaria de Salud de nuestro país, donde se advierte disminuir el consumo de sal a menos de 6 gr/día como una eficaz forma de tratar este padecimiento.
Sin embargo, además de la sal, existen otros componentes dietéticos, muy utilizados en la preparación de alimentos chatarra, que tienen un papel fundamental en la salud. Tal es el caso de la fructosa, un tipo de azúcar utilizado con la intención de acentuar el dulzor de diversos alimentos procesados como bebidas azucaradas, pasteles, productos derivados de panadería, entre otros.
Se ha visto que el consumo elevado de este azúcar es un promotor del desarrollo de diversas enfermedades como diabetes tipo II, obesidad, gota, dislipidemias, incluso, es un factor importante del desarrollo de la HTA.
Recientemente un estudio publicado por la prestigiosa revista Nutrients, reporta el efecto que tiene el consumo de fructosa en la reabsorción de sodio, mineral que en cantidades elevadas, provoca un aumento de la tensión arterial. Los resultados del estudio demostraron que el consumo de este azúcar, durante una semana, acentúa de manera considerable la reabsorción de sodio, comparado con el grupo que solo consumió una dieta alta en sal.
Los investigadores de este estudio afirmaron que el aumento de la reabsorción de sodio es debido a una mayor sensibilidad de la hormona angiotensina II, hormona importante en la regulación de la presión arterial, provocado por el consumo de fructosa. Además, otros estudios han encontrado que este azúcar, cuando se consume en cantidades elevadas, tiene la capacidad de desarrollar HTA aun cuando el consumo de sal es bajo.
Esto da pie, a que el tratamiento nutricional de HTA sea más que simplemente disminuir el consumo de sal. Lo anterior debido a que existen numerosos compuestos que tienen un papel importante en la patogenia de esta enfermedad, tal como la fructosa, azúcar que debería de ser mencionada en diversas guías de referencia para el tratamiento y prevención de HTA.
Por lo tanto, para una mayor eficacia en el tratamiento de HTA los autores sugieren disminuir el consumo de alimentos chatarra con alto contenido de sodio y cantidades elevadas de fructosa.
LN. Felipe de Jesús Ruiz López felipe_ruiz_jr@hotmail.com
Referencia
Gonzalez-Vicente, A., Hong, N., Yang, N., Cabral, P., Berthiaume, J., Dominici, F., & Garvin, J. (2018). Dietary Fructose Increases the Sensitivity of Proximal Tubules to Angiotensin II in Rats Fed High-Salt Diets. Nutrients, 10(9), 1244. https://doi.org/10.3390/nu10091244